Capítulo 50. Adiós Hugo.
Me quedo sentada en la sala sopesando un poco lo que mi madre me ha dicho y claro que sé que tiene razón, sé que Hugo no lo merece, sé que no es correcto lo que estoy haciendo, pero ¿cómo controlo todo esto que siento?, ¿cómo detengo estas ganas que tengo de estar siempre cerca de Roberto.
Voy a dormir; le mando mensaje a mi jefe de que ya había llegado, que mi mamá se encontraba bien y que mañana hablábamos.
Me levanto temprano para alistarme e irme temprano a la clínica; intento no hacer ruido para no despertar a mamá, también porque no quiero seguir escuchando sus reproches. En cuanto estoy lista, me dispongo a salir; ni siquiera desayuno.
Llegando, me voy directo a mi oficina; tengo unos reportes que me mandó la bruja para que los checara.
He estado tan concentrada en mi lío amoroso que hasta ahorita tomo en cuenta que la bruja ha estado muy a la sombra; ya no me viene a fastidiar la existencia como antes, solo me manda los reportes y ya; en las juntas ya no discute.
—Hola, buenos