Capítulo 71. FIN
—Pues me niego; hablaré con mi padre.
—No puede hacer eso, corazón.
—¿Y por qué no?
—¿Te imaginas el mal ejemplo que darías? hacer valer tus influencias para no acatar una orden de tu jefe, no, eso se vería muy mal y dejarías en mal a tu padre; mejor obedece. Te acompaño a tu oficina por si tienes muchos documentos que llevar; no puedes cargar. —Lo dice mientras entramos al elevador; el muy idiota tiene razón y por ese motivo ya no digo nada y vamos los dos hacia mi oficina.
Al entrar, me pongo a acomodar todos mis reportes y demás cosas que necesitaré para no estar dando vueltas a mi oficina.
Le empiezo a poner la fila de documentos en sus brazos, la cual es bastante, y ya le llegan por la barbilla, y ya que él quiere ayudar, pues agrego otro puño que no me sirve, pero que sí son funcionales para hacer sudar la gota gorda al padre de mi hija.
Creo que no logra ni ver lo que tiene enfrente, pero él se lo buscó; le abro la puerta para salir rumbo a su oficina.
—Claudia, qué gusto ver