Capítulo. 1 extra (Dr. Roberto).
Estoy sentado en la mesa del jardín disfrutando de un rico café, mientras observo a las tres razones de mi vida jugar divertidamente; me refiero a mis hijos, Julieta, mi hermosa princesa de cinco años, y Sergio, mi guapo hijo de tres años.
Aún recuerdo cuando Vero se hizo la prueba y salió positiva; casi que se infarta solo de recordar el parto de nuestra hija.
Me maldijo y reprochó por varios días; se le olvidó que fue ella la que me sedujo un par de ocasiones en mi oficina, más lo olvidadiza que es con sus pastillas, pero según ella, yo fui quien la provocó.
Mi Vero, mi hermosa esposa, la mujer que me cautivó desde que la vi por primera vez. Aún recuerdo el día que me la presentó el doctor Sergio ante todo el personal de la clínica; esa cabellera rojiza llamó mi atención, se veía tan hermosa, una belleza tan natural, pero lo que más me atrajo fue su cara de mal genio.
Creo que ni ella lo ha notado, pero cuando algo le molesta, frunce el ceño y su boca se mueve diciendo maldicione