Capítulo 34. La propuesta
No puede resistir y correspondí con la misma desesperación y necesidad; sus besos son como una droga, tenerlo tan cerca y disponible es algo imposible de resistir. Sé que esto me condena y asegura mi lugar en el infierno, pero justo ahora eso no importa; nos separamos por falta de aire y es ahí cuando me llega la cordura.
—Basta, por favor, esto no puede seguir así, no puede estarme besando cada que quiera. —Me alejo de él.
—No es solo cuando yo quiero, esto es algo que los dos estábamos deseando y no intente negarlo, porque este beso lo ha demostrado, los dos lo necesitábamos. —Maldita sea, cuánta razón tiene.
—Pero no debe volver a pasar, no está bien, yo tengo novio, ¿cómo se lo hago entender?, no quiero seguirle fallando, él no lo merece, por favor, entiéndame, hay demasiados motivos para que esto pare.
—El motivo es su novio, ¿tanto lo ama? ¿Es verdad que cuando él regrese de su viaje se casaran?
—Sí lo amo y cuando regrese me casaré con él, así que espero ahora sí entienda que