Alina
La risa de Lilith resuena en el aire cargado de magia negra, una melodía tan helada como insoportable. Damon se encuentra frente a mí, su cuerpo tenso, listo para hacer barrera entre ella y yo. Su respiración es entrecortada, pero sus ojos brillan con un destello dorado, una advertencia silenciosa que Lilith estaría equivocada al ignorar.
— Ven a buscarlo, repite con voz ronca.
Lilith avanza lentamente, sus largos dedos rozando el aire como si tejiera una tela invisible a nuestro alrededor. Su mirada se detiene en Damon, luego en mí. Una sonrisa estira sus labios escarlatas.
— Tan noble… ¿Un lobo dispuesto a derramar su sangre por una simple loba?
Siento que la rabia de Damon se intensifica. Una aura dorada pulsa a su alrededor, la manifestación cruda de su poder alfa.
— No la toques, gruñe.
— ¿Realmente crees que puedes detenerme, Damon?
Ella levanta una mano y un torrente de energía negra brota de sus dedos, una hoja de sombra que se lanza hacia Damon. Él reacci