Damon
El cielo está bajo, pesado de nubes oscuras, mientras observo el campamento desde la ventana de mi oficina. El viento silba entre los árboles, llevando consigo un olor a lluvia y tierra húmeda. Hay una tensión palpable en el aire, una pesadez sorda que pesa sobre mis hombros.
Alina se fue hace una hora a hablar con Luka. Ella piensa que él tiene información importante sobre los traidores. Yo, en cambio, estoy menos convencido. Luka es leal, ¿pero hasta qué punto? Esa es la pregunta que me atormenta desde hace semanas.
La puerta se abre con un ligero chirrido. Silas entra, con las manos en los bolsillos, el rostro serio. Sus ojos helados me examinan con esa distancia fría que siempre adopta cuando tiene algo que decir que no va a gustarme.
— ¿Qué pasa? pregunto sin girar la cabeza.
— Ha habido un incidente suelta.
Me giro hacia él. ¿Qué tipo de incidente?
— Dos centinelas encontrados muertos en la frontera del territorio. Sin señales de lucha. Solo... desangrados.