Cuando Sol tuvo dos años y medio, decidió hacer su primera aventura sola en el bosque — o al menos, lo que él consideraba sola. Estábamos en el patio de la casa vieja, y Sol se despidió de todos con un pequeño “adiós” y empezó a caminar hacia el borde del bosque, con sus pequeños pies corriendo rápido.
“¡Sol!” grité, pero Liam me cogió la mano. “Tranquila”, dijo. “Marco y Sofia están siguiéndolo desde lejos. Está seguro.”
Yo miré hacia el bosque y vi la sombra de Marco y Sofia detrás de los árboles. Respiré hondo y me senté en el banco del patio, con Rosa a mi lado. “Estoy nerviosa”, dije. “Es su primera aventura sola.”
“Tu padre también estaba nervioso cuando tú hiciste tu primera aventura”, dijo Rosa, cogiendo mi mano. “Yo estaba con él — eras tan pequeña, y te fuiste corriendo hacia el bosque como Sol ahora. Tu padre quería seguirte, pero yo le dije que te dejaras ir. Porque los niños necesitan aprender a ser valientes.”
Recuerdo nuevo — Pensé en mi primera aventura sola en el bosq