Pronto ya no está en la cueva. Igual que la otra vez, la visión cambia de golpe y se encuentra rodeada de muchas personas. Ella está en el centro, acostada, inmóvil, como si estuviera muerta. El aire se vuelve pesado, lleno de murmullos que no logra comprender. Entre toda esa multitud, distingue una figura que la desarma: Kael está allí, igual que en la visión de antes, con un bebé en los brazos.

Su corazón se oprime. ¿Qué significa aquello? ¿Por qué esas visiones se repiten una y otra vez? ¿Qué quiere mostrarle Selene? ¿Acaso hay algo que no logra entender? Además, ahora espera un hijo de Kael, lo que la llena de terror.

Sus ojos se mueven apenas. Vuelve la sensación de peso, de ser arrastrada. Comprende que la están llevando de regreso al edificio. Intenta llamar a Lyla en su mente, pero solo recibe un silencio denso. No hay respuesta. Es como si su loba hubiera desaparecido.

Minutos después, la dejan sobre un piso frío y húmedo. El olor a moho y hierro la golpea de inmediato. Manti