Capítulo 49. Las respuestas
Kael abre la puerta y allí está Osman. Su beta lo observa con el ceño fruncido, con la expresión contenida pero claramente tensa. No dice nada al principio, solo lo mira fijamente, como si necesitara confirmar, aunque ya estaba confirmado.
Detrás del alfa, Erika se aproxima con la cabeza en alto y los labios ligeramente curvados en una sonrisa que intenta parecer ligera, aunque está cargada de un reclamo silencioso. El cabello revuelto y el rubor en sus mejillas delatan la escena que acaba de interrumpirse.
—¿Podemos hablar a solas? —pregunta Osman sin rodeos, sin mirar a Erika siquiera, pero sus ojos van a parar en las casi invisibles incisiones en su hombro. Aunque una sensación de decepción lo aturde, continúa—. Hay algo urgente que debo consultar contigo.
Erika se acerca y rodea la cintura de Kael con un brazo, posesiva. Su tono intenta sonar juguetón, pero hay veneno en su dulzura.
—No es muy cortés que vengas a interrumpir a tu alfa y futura luna en su intimidad —dice. Luego lad