Thane inclina la cabeza, acercándose lentamente a Aria, dejando que su voz sea firme y suave al mismo tiempo.

—Es real, Lyssara. Siempre fuiste mi hermana. Y aunque el tiempo nos separó, nunca dejé de buscarte. Es una historia larga, debo explicarte con calma.

Aria siente que su pecho se aprieta. No sabe cómo, pero algo en su interior reconoce ese lazo, esa protección silenciosa que él emana. Lyla se mueve, apoyando suavemente la cabeza en su pecho, como confirmando lo que su instinto sabe: su destino está unido a este hombre.

—Es nuestro hermano… nuestro hermano alfa. Huele muy bien, una mezcla de nuestros padres —susurra Lyla dentro de su mente.

Aunque Aria aún no se acostumbra a oírla, sabe que ella no le mentiría.

Elvira y Joel se mantienen a un paso, sin intervenir. Saben que tendrán que dar explicaciones sobre el origen de Aria, pero esperarán el momento oportuno para hacerlo. Después de todo, sus padres les pidieron guardar el secreto. No lo hicieron por maldad.

Ramiro hace lo