Capítulo 105. Una criatura majestuosa
Aria asiente, aunque no entiende del todo lo que la anciana quiere decir. Termina su té en silencio, y cuando Genoveva vuelve a sus quehaceres, se levanta despacio. Ella tenía razón, ese té es realmente bueno.
—Voy a salir un momento —dice, sin estar segura de a dónde. Ni siquiera conoce este lugar para no perderse a los pocos metros.
Genoveva solo asiente, sin detenerla.
—No te alejes demasiado. Todavía hay renegados rondando la zona.
Aria sale. El aire fresco de la montaña le golpea el rostro. El sol apenas asoma entre las copas de los árboles, bañando todo en una luz suave. Respira profundo. El olor a tierra húmeda y flores silvestres la envuelve. Es una sensación diferente a la que había sentido la primera vez, ahora es como si este lugar le perteneciera y ella a él.
Camina sin rumbo al principio, observando los alrededores. La cabaña de Kael es vieja vista desde afuera, adentro tampoco es mejor, pero al menos es habitable. No parece el hogar de un monstruo, como decían las hist