Punto de vista de Max
Max llegó al rescate justo a tiempo.
—Señores Alfas —dijo con voz firme, abriéndose paso—. Soy Max Roberts, Alfa de la manada Nova Luna.
Los trillizos se giraron hacia él con gesto educado, saludando con respeto. Isabella, sin embargo, aprovechó el instante para escabullirse. Su corazón latía desbocado, el vestido parecía apretarle el pecho y cada paso era una lucha por respirar.
“¿Me habrán reconocido? ¿Lo sintieron también?” Pensó, llevándose una mano al bajo vientre. Allí, justo en el centro de su ser, había sentido un tirón... una llamada ancestral.
—No puedo respirar… diosa, no puedo respi... tengo que salir de aquí.
El perfume mágico ya no bastaba. El hechizo no podía esconder el temblor en su cuerpo ni la verdad que comenzaba a golpearla con fuerza. Salió como pudo del salón, sin mirar atrás.
Fue entonces cuando se cruzó con los gemelos.
—¿Isabella? —preguntó Jhon al verla pálida y temblando.
Sandra, su mate, se interpuso de inmediato.
—¿Qué estás hacie