Punto de vista de Sofía
Un par de días después, Rocío y los chicos ya estaban instalados en sus nuevos puestos de trabajo. Todo parecía marchar bien. Ellos viajaban desde la manada, mientras que nosotras lo hacíamos desde la casa que mi madre había alquilado, ubicada cerca de la empresa.
Los primeros días transcurrieron sin contratiempos. Isabella aprovechaba cada oportunidad para escaparse al casino del hospital con la esperanza de cruzarse con los gemelos, aunque rara vez coincidían por los turnos. En cuanto a mí… no había visto a Jason desde el nacimiento de su hermanita. Y Lucas… él me evitaba como si yo fuera veneno. Aunque no lo viera, su esencia estaba en todas partes. Cada día más intensa. Más difícil de ignorar.
Aquella mañana, algo era distinto. Me sentía enferma. El calor me abrazaba desde dentro, como si ardiera por dentro. Tenía fiebre, y un dolor punzante en el bajo vientre me doblaba. Miré el calendario con rapidez, segura de que no era el momento de mi periodo. Entonces