Mundo ficciónIniciar sesiónAntonela salió de la fábrica bajo la atenta mirada de Alessia, que la observaba desde la ventana. Pero ella no se dio cuenta, estaba concentrada en la misión de hacer feliz el día de Adam y nada arruinaría sus planes.
Pasó por una tienda infantil y salió de allí con un carrito envuelto para regalo. Imaginó cómo reaccionaría Adam al recibir el obsequio. Hacía mucho tiempo que no le compraba nada a su hijo. No le proporcionaba momentos divertidos como aquel.
Volvió a casa feliz y llena de expectativas.
Se bajó del autobús y caminó por el largo camino de tierra, cuando divisó a Carmélia corriendo fuera de la casa, con Adam en brazos.
Fue como si el tiempo se detuviera a su alrededor, se suspendiera y dejara de existir. El regalo que sostenía en las manos se cayó y los ojos de Antonela se llenaron de lágrimas.







