Mundo ficciónIniciar sesiónKaterina es abrazada por Gio en el sofá de la sala mientras este le da a sorber un té de manzanilla. Ella se encuentra ida, como sumida en un trance donde solo hay cabida para sus pensamientos.
—¿Quieres hablar al respecto? —Gio rompe el silencio. Él pone la taza casi vacía encima de la mesita, que está en medio de los muebles, y le acaricia el brazo; también le da besos tiernos sobre la mejilla.
—N-no tengo nada que decir... —balbucea con voz temblorosa.
—Tu papá se está muriendo; si sientes ganas de llorar, maldecir o decirme cualquier cosa que te ayude a desahogarte, puedes hacerlo. Estoy aquí para escucharte.
Katerina hace un sonido irónico y se aparta un poco de Gio.
—No lloraré por ese hombre. Él se merece todo lo que le está sucediendo y más —responde con frialdad.
Gio se queda sin palabras







