Rossy
Mi mente intenta procesar todo lo que está pasando. Me obligo a pensar que nada es real, que esto no puede estar ocurriendo. Me aferro a la idea de que es solo un mal sueño del que pronto voy a despertar. Que todo volverá a la normalidad y estaremos todas juntas, riéndonos de cualquier tontería, disfrutando el regreso a la ciudad, volviendo al trabajo, a nuestra vida cotidiana.
Pero esa ilusión se rompe de golpe cuando escucho la voz temblorosa de Alex, arrastrándome de nuevo a la realidad.
—Rossy. Ya le avisé a Jonathan. No entendía nada de lo que le dije, pero dijo que viene —murmura, con los ojos vidriosos y la voz apagada—. No quiero pensar que le pasó algo malo. Debemos buscarla. Ver si fue con alguien. No sé, tal vez fue con Iván. Ellos siempre han sido buenos amigos y el otro día cuando no la encontrábamos, ella estaba con él.
Sus palabras me atraviesan el alma. Miro a Alex y puedo ver en su rostro lo que yo también siento: miedo. Miedo puro y desesperado. Está pálida, co