22. HOSPITAL
Lo que le dijo Kenny fue como una espina clavada en su costado que lo torturaba de forma dolorosa, hasta que al final decidió poner manos en el asunto y reactivó su vigilancia sobre el hospital donde estaba internada la mamá de Kayla. Hasta que hubo una alerta, pero fue un trago muy amargo enterarse de que la joven no había arribado sola al lugar.
De todas maneras, allí se dirigió y la buscó dentro. La encontró en el piso de la habitación de su madre, mientras sacaba unos M&M’s de una máquina. Ella aún no había notado que él estaba allí, recargado sobre una pared, con su traje azul oscuro a la medida y las manos en sus bolsillos. Peligrosamente atractivo.
—¿Abortaste? —preguntó de repente y la vio estremecer al oír su voz.
Su voz la sobresaltó y se le detuvo por un instante el corazón dentro del pecho.
A pesar del shock. Se dio vuelta despacio. Como si le hubiese hablado un fantasma, el horror transformaba su cara.
—¿Por qué me ves así? Te hice una pregunta, solo quiero una simple res