POV Elena
Andrea y yo nunca fuimos las hermanas más unidas. Quizá fue por mi culpa. Estaba celosa de lo maravillosa que era mi hermana pequeña.
Tal vez pase mucho tiempo apartada de todo, ya que ni yo misma lograba entender del todo mis sueños, mis conexiones con vidas pasadas. En un cambio Andrea era dulce, hermosa, agradable para todo el mundo, sobre todo para nuestros padres. Era todo aquello que ya no podía ser.
Cuando dijo que vendría, me sentí bien, pero al mismo tiempo sentí que era una formalidad de familia que tenía que enfrentar. Sin embargo estos días nos habían acercado más que nunca. Tanto que no pensé que despedirme de Andrea sería tan difícil.
Tal vez porque, en el fondo, ninguna de las dos creímos que este viaje iba a ser tan importante. Llegó a Berlín como quien hace una pausa breve en la vida, una visita, una transición. Y, sin embargo, algo había cambiado de forma irreversible.
Andrea estaba sentada sobre la cama, rodeada de ropa cuidadosamente doblada. Había hecho