(Pov´s Liam)

La tarde caía lenta sobre la ciudad, tiñendo de oro las ventanas del hospital. Desde el auto, Liam observaba cómo las sombras se alargaban en la acera, con esa sensación de inquietud que lo perseguía cada vez que debía enfrentar algo importante.

Llevaba días pensando en esa visita, pero siempre encontraba una excusa para posponerla. No era miedo, o al menos eso quería creer, sino respeto. El respeto profundo que le tenía al hombre que, sin saberlo, le había regalado el amor más grande de su vida.

Violeta.

Solo su nombre bastaba para que el mundo recobrara sentido.

Recordaba el día en que la conoció: su mirada firme, su voz quebrada por la desconfianza y, al mismo tiempo, esa bondad imposible de ocultar. Se había enamorado de ella sin quererlo, en medio de un contrato que nunca imaginó que lo transformaría tanto.

Y ahora estaba ahí, en ese hospital, no como un empresario ni como el heredero que todos e