Mundo ficciónIniciar sesiónCinco años después…
La mañana amanecía con un brillo dorado que se filtraba por las cortinas del jardín. El aire olía a café, a hierba recién cortada y a pan tostado. En la cocina, Violeta revolvía una mezcla en un tazón, mientras la pequeña Hope, sentada en una silla alta, golpeaba una cuchara de madera contra el borde del recipiente.
—¡Mamá, mira! —exclamó la niña, con los ojos tan azules como los de su padre.
—Te estoy mirando, pequeña chef —respondió Violeta riendo, limpiándole la mejilla con un paño—. Pero si sigues lanzando harina por todas partes, tu papá creerá que explotó una panadería aquí.
—¡Pero es divertido! —protestó Hope, sacudiendo las manos cubiertas de masa.
En ese momento, la puerta del jardín se abrió y Liam apareció, despeinado, con Atenea siguiendo sus pasos. La gata ya mostraba los signos de los años, pero aún conservaba su elegancia felina.







