Los primeros días en El Silencio, tras el Parto Cifrado, fueron un ejercicio de serenidad inigualable, el bebé, a quien llamaron Lysander, en homenaje a la fundadora de la verdad, Lysandra, reposaba en la cuna orgánica, irradiando una paz constante, el color verde absoluto de la Matriz de Pureza Ambiental era una confirmación constante de la estabilidad del don, Kael mantenía su disciplina como Espejo Emocional sin fisuras, su mente era un lienzo de verdad incondicional, la menor fluctuación de ansiedad era inmediatamente purgada por una confesión sincera a Elara, su amor era el termostato de la Habilidad Inmortal de su hijo.

Sin embargo, la burbuja de verdad no podía ser eterna, la Habilidad de Lysander era un poder destinado a interactuar con la realidad, y Kael sabía que debían probar el don en un entorno controlado antes de enfrentarse a los riesgos reales de Aether Dynamics o al mundo corporativo, necesitaban una Primera Reacción, un experimento controlado con un intruso sensoria