Capítulo 56: No estarás más sola.
El llanto finalmente se calmó.
Los sollozos de Valeria se convirtieron en temblores silenciosos, espasmos de puro agotamiento físico y emocional. Seguía acurrucada contra él, su rostro escondido en su pecho, incapaz o no dispuesta a moverse. Adrián no la soltó. La sostuvo con una firmeza que era a la vez posesiva y profundamente reconfortante, simplemente dejando que el silencio del lago los envolviera de nuevo.
Pasaron varios minutos. Él sintió el momento exacto en que la tensión abandonó por completo el cuerpo de ella, dejándola casi inerte en sus brazos.
Con cuidado, él se apartó solo un poco, lo suficiente para poder verla. Sus ojos estaban hinchados y rojos; su rostro, pálido y manchado por las lágrimas. La miró, y la máscara de "Jefe Han" había desaparecido por completo.
Su voz era baja, ronca.
—Vamos a casa.
Valeria procesó las palabras lentamente. No dijo "mi apartamento". Dijo "casa". Ella solo pudo asentir, sintiéndose demasiado vacía para hablar.
Él se levantó primero y lue