Liam*
El día ya había amanecido nuevamente, y Eve apareció temprano por la mañana para recoger al pequeño Eric. Colen había desaparecido. Liam no sabía con certeza adónde podría haber ido ni qué estaría haciendo. Tal vez estaba enojada con él por lo ocurrido la noche anterior.
"Gracias por haber cuidado de él", dijo Eve al entrar en la tienda para desayunar.
"No hay de qué, es un bebé muy tranquilo."
"Debe haber salido al padre", respondió ella con una leve sonrisa.
Liam se irguió, sintiendo un malestar apoderarse de su pecho. No podía explicarlo, pero algo no le cuadraba. Pasó la mano por el cabello, inquieto.
"¿Has visto a Colen por ahí? No la veo desde anoche. Fuimos a dormir, pero cuando desperté ya no estaba en la tienda."
Eve lo observó de reojo, con una expresión que Liam no logró descifrar del todo.
"No, no la he visto en ningún sitio." Su voz sonó precavida, casi tensa.
Liam resopló, frustrado.
"Está rara, Eve. Desde la batalla de esa noche parece... diferente. Como si ya no