Liam no dijo nada. Simplemente avanzó con pasos firmes hacia la cabaña, como si nada hubiera pasado. Su mirada fría y distante no dejaba lugar a explicaciones, y la forma en que ignoraba las miradas curiosas y preocupadas sólo aumentaba la tensión en el aire.
Tras él, los lupinos recién llegados entraban en la aldea. Sus presencias eran pesadas, cada movimiento meticulosamente calculado. Parecían inspeccionar todo a su alrededor, sus miradas penetrantes analizando cada detalle del territorio que ahora pisaban.
Collin se volvió hacia Damon, que observaba a los desconocidos con una expresión cargada de desconfianza.
"¿Quiénes son?" su voz salió tensa.
Damon guardó silencio un instante antes de responder, aún con la vista fija en los recién llegados.
"No estoy seguro."
Fue todo lo que dijo antes de seguir a los desconocidos.
Collin entonces volvió su atención a Liam, que ya había desaparecido dentro de la cabaña. Sin dudarlo, lo siguió.
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La puerta chirrió levemente cuando Collin la em