Capítulo 81 —Dilo otra vez
Narrador:
La casa de Luciana Méndez estaba ubicada en un barrio residencial discreto, con un jardín prolijo y cortinas cerradas que dejaban claro que hacía días no entraba la luz del sol. Nerón estacionó frente al portón y ambos bajaron en silencio. Cleo cargaba la carpeta con la documentación. É con la expresión habitual de quien no espera hospitalidad, sino acceso. La mujer los recibió con gesto desconfiado, asomándose apenas por la puerta antes de abrirla del todo. Era una mujer de unos cuarenta y tantos, delgada, ojerosa, vestida con un suéter grande y el cabello recogido a las apuradas. Los ojos hinchados de tanto llorar, y una tensión en los hombros que hablaba más que cualquier palabra.
—¿Señora Méndez? —preguntó Nerón, en tono neutro pero respetuoso.
—Sí… —respondió ella, con voz baja.
—Soy el doctor Nerón Valmont. Su esposo me designó como su abogado defensor. Ella es mi pasante, la señorita Cleo Morel.
Luciana les hizo un gesto con la cabeza, como