Capítulo 37 —Pasante
Narrador:
Cleo dejó el tenedor sobre el plato con un leve golpe seco, harta de andar girando en círculos sin saber nunca con qué iba a salir él. Ya no sabía si estaban cenando o protagonizando una guerra diplomática con cubiertos y silencios incómodos como armas.
—¿Algo más desea el doctor Valmont? —preguntó Cleo, conteniendo con dificultad la mezcla de rabia y tensión que hervía bajo su tono.
Nerón dejó los cubiertos sobre el plato con parsimonia, como si midiera cada gesto. La miró unos segundos antes de responder.
—Sí. Un par de cosas más.
—¿Y cuáles serían esas “cosas”? —inquirió con los brazos cruzados, intentando mantener la compostura.
—Primero, quiero que te mudes de la universidad. Ya no tienes beca, así que no estás obligada a seguir en los dormitorios del campus. Tengo un apartamento disponible. Te voy a llevar allí mañana mismo.
Cleo lo miró con incredulidad, como si acabara de escuchar una blasfemia.
—Ni crea que voy a convertirme en su pu*ta de tiemp