Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
Cuando Axel salió de su terapia, nos invitó a cenar a un restaurante italiano que nos gustaba mucho a los tres y ahí, yo veía muy sospechoso a Axel y también a la güera, ellos sin duda se traían algo y me di cuenta de eso porque se miraban el uno al otro con esa complicidad de mejores amigos, la güera finalmente se animó a decir algo.
–Amaia, ahora que tendrás vacaciones del Tec ¿Qué quieres hacer? – Me preguntó la güera – Axel me invitó a que vaya de vacaciones con ustedes.
No estaba yo enterada de que nos íbamos a ir todos de vacaciones, eso era nuevo para mí, pues no era muy de mi agrado salir en vacaciones, pero yo no era la que les iba a quitar el gusto de que saliéramos, habría que ver a donde habían planeado o había planeado Axel.
– ¿Vacaciones? Yo no sabía que nos fuéramos a ir a algún lado, es que no soy mucho de salir – Confesé – Pero ustedes díganme y sería bueno irnos a algún lado.
No le podía dañar sus planes, además estaba