Jaden sonrió burlonamente y comentó: —¿Así que quieres redención? Dado que no eres su hijo biológico, te daré una oportunidad.
Jaden presionó el teléfono contra el costado de su cara, con un destello de travesura brillando en sus penetrantes ojos.
—Aquí tienes tu oportunidad de redención, Peter.
Peter asintió débilmente, temblando tanto de miedo como por la expectativa. Sus manos temblaban y sus nudillos estaban presionados contra la grava que tenía debajo.
Jaden le lanzó el teléfono de forma casual, era un pequeño rectángulo negro girando por el aire, el cual cayó en las manos de Peter con un suave golpe.
—Llámalo, llama a tu... “padre”.
Peter tragó saliva con dificultad y su pulgar se posó sobre la pantalla táctil del teléfono, mientras su pulso latía fuertemente en sus oídos.
Por un momento, todo quedó en silencio, ese tipo de silencio opresivo que parece apretar el alma. Luego, con una respiración temblorosa, Peter presionó el botón de llamar.
Mientras tanto, de vuelta en l