Francesco
Quien diría que yo, Francesco Carlucci, estaría desesperado por saber el paradero de Isabella, la mujer que destruyó mi vida.
No puedo conciliar el sueño, pensando que la desgraciada me vuelva a arruinar mi vida. Lo más seguro es que ese sea su propósito. Hasta Roberto, hasta la defiende. ¿Acaso no se acuerda de que quiso venderlo?
Pero lo que más me preocupa es: ¿Quién diablos la habrá ayudado? ¿Será que Stefano descubrió mi secreto? No lo creo, si se hubiera enterado, de seguro me reclamaba por ser cruel con ella. Aún cuando Isabella no era de su agrado, él siendo el hombre honesto y recto que era, jamás dejaría que torturara a la madre de mi hijo.
Stefano, jamás me entendió. El dolor que se siente de perder todo. Bueno, si lo supo cuando Lucia murió y un par de años después Adriano falleció. Sus dos grandes amores lo habían dejado solo, bueno casi, solo le quedaba Andrea y él mismo se encargó de alejarla de su lado.
Veo como los minutos y horas parecen congelarse.