Romina
Ya debe haber llegado la estúpida de Andrea. Les habrá gustado mi regalo de bodas. Me río mientras estoy sentada en mi cama, sosteniendo una copa de champán, porque sí estoy celebrando.
Veo el cuerpo acostado a mi lado y me surgen unas increíbles ganas de sacarlo a patadas. Aunque no puedo negar que trabajó muy arduamente para satisfacer todas mis necesidades. Además de ser un buen amante, es un buen aliado.
Ignoro por enésima vez la llamada de mi padre, Dios que fastidioso se ha vuelto. Pensé que cuando se casara con Sofía cambiaría pero está peor que antes.
¿Qué karma estoy pagando por haber tenido dos padres como los míos? Sin ambición, conformándose solo con vivir del amor. Basura. Del amor no se vive.
Lo sabré yo, que amé tanto y nunca fui correspondida. Despreció mi amor y lo mejor no es pensar en eso. Ahora tengo dinero y posición, escojo con quién pasar mi noche y cuando me aburro lo saco de mi vida.
El único que me entiende es mi Nonno, él si sabe que es lo impo