Sofía
Hoy después de salir de casa, me subí al automóvil y como siempre quedó aquí sentada frente a la tumba del amor de mi vida, Adriano. ¿Por qué me abandonaste? Prometiste siempre estar a mi lado.
Las lágrimas comienzan a bañar mi rostro. El dolor de tu partida sigue presente, Adriano. La vida ha sido muy injusta conmigo, te arrebató de mi vida, soy un fracaso como madre tanto así que mi bebé prefirió no nacer, no quiso tener el mismo destino de Andrea y por último he tenido que soportar por más de diez años estar casada con Roberto.
¿Será que nos tendieron una trampa a ambos? ¿Qué ganaban con el hecho de que yo quedara embarazada de Roberto? No voy a negar que cuando me enteré del embarazo, deseé con todo mi ser no cometer los errores que tuve con Andrea.
Ahora, estoy sola, completamente sola. Roberto está a nada de dejarme y aunque quiero hacerlo sufrir, una parte de mi me dice que sus palabras son ciertas. Qué él realmente me quiso pero que mi trato lo alejó.
Y nuestra hij