Lorenzo
No puedo creer lo que acaba de confesarme Andrea. Ella no atentó contra su vida pero entonces cómo quedó hospitalizada. Hasta la llevaron a psiquiatría para evaluar su estado. No entiendo nada pero el peso de sus palabras calan hondo en mi corazón.
—¿Qué quieres decir que no atentaste contra tu vida? Recuerdo que te llevaron al hospital por una sobredosis de antidepresivos. Cuando me enteré creí morirme porque fue mi culpa no haberte defendido sin importar las consecuencias que tendría que afrontar—digo mientras sostengo su rostro.
—No voy a negar que estaba dolida. El hombre que decía amarme me ridiculizó, mi mejor amiga me traiciona y la cereza del pastel fue mi madre tratándome como su peor error pero por ni uno de ustedes yo iba a romper la promesa que le hice a mi padre. Creeme, me rompiste el corazón porque te amaba con locura pero no eras motivo suficiente para querer dejar de vivir. Más me afectó que mi Nonno me enviara lejos y se olvidará que tenía una nieta. Pero