Aston Myers
—Señor Myers, tiene una llamada de Boston...La voz de Juliette me llega desde la puerta de mi oficina. Su cabello negro lacio aparece en mi campo de visión cuando levanto la mirada.Enarco una ceja. Y ante mi gesto, veo que su boca se mueve como si quisiera resoplar, pero no lo hace.—Sean Robinson, señor.Asiento, y con ese gesto la despido. Me enfoco en el teléfono y respondo. Sean significan noticias, y estos días es algo que necesito tener.—Robinson —saludo con tono seco.—Myers, ¿cómo está todo?Gruño.—Evitemos las formalidades, Robinson, ve directo al tema.Una risa amarga se escucha.—Siempre tan encantador. —Prácticamente puedo ver su irritación—. En fin, que es hora de que traigas tu culo a Boston. Hay explicaciones que dar.Un escalofrío me recorre la espalda, me tenso al escuchar y entender lo que significan sus palabras.—Ya lo saben —murmuro, no es una pregunta.Y mi tono es serio, normal, cuando