Capítulo 25. Maldito todo.
Ivanna Taylor
El aire de la sala se vuelve irrespirable en cuanto Shane sale por esa puerta. Puede que no estuviera mirando en su dirección, pero mi jodido cuerpo sabe lo que él hace, si está presente o no. Esa maldita conexión que una vez fue un orgullo hoy es mi perdición.
Todos fingen cortesía y cortes de charla, pero yo puedo sentir sus miradas pesadas, las suposiciones, los murmullos que nunca serán dichos en voz alta. Por más que la mayoría haya apoyado mi presentación, Shane Robinson es un referente aquí. Es la verdadera competencia.
Y me lanzó con todo. Se atrevió.
Me enerva.
Me enerva que aún tenga ese poder sobre mí, que pueda incendiarme por dentro con solo abrir la boca y retarme con esa media sonrisa que se clava en mis costillas como un puñal. Que se atreva a llevar esto a su terreno, a tratar de minimizarme ante todos, cuestionar lo que pretendemos llevar a cabo.
«Maldito».
Ni siquiera escucho a Milo, que sigue a mi lado felicitándome por mi diplomacia de antes. Lo inte