Valentina suspiró con resignación mientras escuchaba a Dana.
—¡Resulta que el doctor milagro que hace curas increíbles es un hombre! ¡Y está enamorado de mí a primera vista, ya estamos saliendo! —exclamó Dana extremadamente emocionada y excitada.
—¿Qué?
Valentina no podía creer lo que escuchaba.
—No te digo más, pero en unos días date una vuelta por los Méndez —Dana cortó la llamada bruscamente.
Valentina lo tenía claro: ¡Dana había caído en las redes de un estafador!
Después de tomar una ducha caliente, su teléfono volvió a sonar. Esta vez era Aitana.
—Valentina —se escuchó la voz desvalida y llorosa de Aitana—, estoy en problemas, ¿puedes venir a ayudarme?
—Aitana, ¿qué te sucede? —preguntó Valentina sujetando con fuerza el teléfono.
—Vine a trabajar de mesera al Mirador Imperial, pero un hombre se fijó en mí y quiere que pase la noche con él. Me escondí asustada en el baño, pero sus guardaespaldas están vigilando afuera... Valentina, tengo mucho miedo, no quiero hacer eso, no sé a q