Capítulo 62 —No es un accidente domestico
Narrador:
Luigi bajó las escaleras con Valeria en brazos, sin detenerse un solo segundo. Su respiración estaba controlada, pero sus manos no. Temblaban, apenas lo justo para que, si alguien lo miraba de cerca, entendiera que Mattos estaba al borde de perder la razón.
Roman y Dominic levantaron la vista al escucharlo llegar con pasos apresurados. Mateo fue el primero en reaccionar.
—¿Qué pasó? —preguntó, acercándose.
Luigi no bajó la mirada, no disminuyó el paso. Su voz salió dura, seca, como una bala.
—El coche. Ahora.
Dominic vio la sangre en el borde del muslo de Valeria y no preguntó nada más. Empujó la puerta del frente con una mano y salió a toda velocidad.
Roman se puso a un lado de Luigi, tensándose al instante.
—¿Está perdiendo mucha sangre? —preguntó, firme, racional, como un hombre que había visto demasiadas crisis.
—No lo sé —respondió Luigi, apretando a Valeria más contra su pecho —No lo sé, pero no voy a quedarme a averiguarlo aquí