Suprimo mis lágrimas antes de entrar a la habitación. No sé si podré borrar esa imagen de mi cabeza por un buen tiempo.
A pesar de que trato de no pensar en eso, voy lo bastante distraída como para no fijarme en los detalles de la habitación. Eso hasta que levanto la cabeza y me encuentro con la silueta de espaldas de una mujer.
Cuando ella se voltea y me mira siento una corriente que estremece todo mi cuerpo. Sus ojos azules intensos me hipnotizan, pues soy incapaz de voltear hacia otro lado. Ella es realmente hermosa, su cabellera negra y lacia le cae hasta la cintura, su rostro es delicado, tiene unos labios de un rojo carmesí y un cuerpo diminuto y delgado.
Aun así, no parece que sea débil en lo absoluto.
—Zara, ella es Lyra Delaney —me dice Asher.
—Es un placer por fin conocer a la famosa humana embarazada —responde Lyra con una voz profunda y seductora. Jamás imaginé que de ella pudiese venir una voz así.
—No sé por qué todos me dicen eso, no sé qué tengo de especial.
Lyra se ac