Capítulo 9
Fue entonces cuando llegó Ethan, con la mirada confusa.
—¡¿Papá?! —se acercó, alarmado—. ¡¿Qué fue eso?! ¿Qué está pasando?! Isadora… ¿por qué parecía que ibas a morir si algo le pasaba?
Alexander alzó la mirada lentamente. Por primera vez… sin palabras.
—Yo… —su voz falló. Respiró hondo, tragó saliva y luego miró a su hijo a los ojos.
Antes de que Alexander pudiera continuar, el sonido de pasos apresurados en el pasillo llamó la atención de ambos.
Los padres de Alexander entraron de prisa, visiblemente angustiados.
—¡Alexander! —exclamó su madre, con una mirada preocupada—. ¿Qué pasó?! Recibimos una llamada de emergencia… ¿es la prometida de Ethan?
El padre de Alexander vino justo detrás, con el semblante tenso.
—¿Dónde está? ¿Está viva?
Alexander suspiró, ajustándose el saco, como si quisiera ocultar la vulnerabilidad que desbordaba hacía unos minutos. Asintió, controlando la voz:
—Está viva. Se lastimó, pero… los médicos dijeron que se recuperará.
Antes de que se hiciera