Capítulo 81
Ethan condujo durante mucho tiempo, cruzando pequeñas carreteras rurales, evitando ciudades grandes y siempre atento a posibles bloqueos. Estaba sucio, exhausto y completamente determinado. Su destino era una casa aislada en los límites de un bosque boreal, por donde nadie pasaba por casualidad.
Al acercarse, avistó una pequeña luz encendida en el lugar. Había humo saliendo de la chimenea. Estacionó el coche a una distancia segura, tomó la mochila y fue a pie.
Tan pronto como pisó el porche de madera, la puerta se abrió con un chirrido.
En la sombra, estaba un hombre delgado, de cabello gris y piel marcada por el tiempo, que lo observaba con ojos oscuros como la noche. Tenía un cigarrillo encendido entre los dedos y una cicatriz que atravesaba su mandíbula izquierda hasta la oreja.
— Entre. — dijo con voz ronca, dando un paso a un lado. — Vamos a iniciar el trabajo.
Ethan dudó por un segundo. La casa estaba oscura, solo la luz de la cocina iluminaba parcialmente el interio