Capítulo 45
Isadora despertó aún adormilada. Por un momento se quedó allí, acostada, mirando el techo. Se sentía inquieta, aunque no supiera decir exactamente por qué.
Con un suspiro, apartó las sábanas y se levantó. Caminó hasta el baño, se sujetó el cabello en un moño flojo y se lavó el rostro con agua fría. Se miró en el espejo, los ojos aún marcados por una leve fatiga.
Volvió a la habitación y escogió un vestido azul pastel sencillo, de tela ligera. Se calzó sandalias de tacón bajo y, con movimientos suaves, se aplicó un poco de colorete en las mejillas y un brillo discreto en los labios.
Al salir de la habitación, caminó por el corredor, admirando la imponencia de la mansión. Con cada paso, se sentía un poco más parte de aquel lugar… aunque, en el fondo, todavía se preguntara si pertenecía de verdad a ese universo.
Al llegar a la planta baja, avistó a los padres de Alexander bajando lentamente la escalinata tomados del brazo, como en una escena de una película antigua. Gerald, i