Capítulo 39
Al final del día, Ethan se acercó a sus abuelos en la sala de estar con una expresión que intentaba ser serena, pero en realidad, estaba tensa.
— Lo pensé bien… y voy a salir de casa. Sólo necesito su ayuda para conseguir un apartamento para mí y para mi esposa.
Aurora y Gerald intercambiaron una mirada sorprendida. Fue el abuelo quien respondió con calma:
— Ethan, necesitas hablar sobre esto con tu padre.
— ¡Mi padre es malo! —disparó, sin ocultar la amargura.
— No sabes lo que dices —replicó Gerald con firmeza, frunciendo el ceño.
— ¿Me van a ayudar o no? —insistió, la voz subiendo de tono.
— No puedo ir en contra de tu padre —dijo el abuelo, aún con serenidad.
— ¡Pero usted manda en él!
Gerald respiró hondo antes de responder, con esa calma que viene de la sabiduría de los años:
— Él es quien te crió, Ethan. Quien dicta las reglas ahora es él. Y con razón. Por eso dejé todo en sus manos: porque es un hombre íntegro, responsable. Se merece la confianza de nuestra familia