Capítulo 300
Oliver salió del baño, el vapor disipándose por la habitación con la puerta del baño abierta. Se puso un pijama oscuro y se secó el cabello con la toalla antes de caminar hacia la cuna. La luz de la lámpara de noche hacía el ambiente acogedor. La pequeña Clarice dormía tranquila en su cama, la carita serena igual a la de su madre.
Se sentó al borde de la cama y la observó unos segundos, sintiendo que el corazón se le apretaba. Scarlett apareció en la puerta, con una sonrisa cansada.
— ¿Vas a poder cuidar de ella solo esta noche? — preguntó en voz baja.
— Sí, voy a poder — respondió él, arreglando la mantita de la bebé. — Quiero que tú descanses, Scarlett. Ya has hecho demasiado por nosotros. Es hora de que yo aprenda. Quiero… — su voz vaciló un instante — quiero tener un pedacito de Clarice cerca de mí.
Ella asintió, emocionada, y se acercó para acomodar el biberón y los pañitos sobre la cómoda.
— Ya dejé todo listo. El agua, la leche… todo está aquí.
— Gracias, hermanita