Capítulo 297
Clarice estaba acostada, pálida, el cabello pegado a su frente húmeda. Hailey permanecía a su lado, intentando transmitir serenidad y consuelo.
Oliver entró apresurado, aún vistiendo su ropa de trabajo. Su mirada encontró la de Hailey incluso antes de acercarse a la cama.
— ¿Qué pasó? — preguntó, preocupado.
Hailey respiró hondo.
— Su presión subió mucho. La trajimos a tiempo, pero el médico cree mejor dejarla en observación hasta el parto.
Él se acercó a su esposa, tomando su mano.
— Nice, estoy aquí. Todo va a salir bien.
Clarice abrió los ojos lentamente, una débil sonrisa asomándose entre el cansancio.
— Yo dije que solo era el calor…
— Y yo dije que deberías haberme escuchado — murmuró Hailey, intentando sonreír, pero los ojos vidriosos la traicionaban.
El médico entró en la habitación, con la tablilla en las manos.
— Señor Oliver, vamos a inducir el parto en las próximas horas. El bebé está bien, pero debemos actuar con cuidado para no sobrecargar su cuerpo.
Oliver