Capítulo 296
Isadora estaba frente al espejo, quitándose el maquillaje con calma.
Con cada pañuelo que pasaba sobre su rostro, las pequeñas arrugas alrededor de sus ojos parecían más evidentes bajo la luz suave del dormitorio.
Suspiró. No le gustaban allí, aunque sabía que no había manera de impedir que el tiempo dejara sus huellas.
— Ay… el precio de los años — murmuró con una media sonrisa triste.
Detrás de ella, Alexander apareció del vestidor vistiendo los pantalones del pijama. Se detuvo un instante, cruzó los brazos y la observó en silencio, encantado con la mujer que seguía siendo el amor de su vida.
— ¿Qué pasa, mi rayo de sol? — preguntó con ese tono de voz que siempre la hacía sonreír.
Isadora se giró un poco, aún con el pañuelo en las manos.
— Esas arruguitas me están molestando bastante — dijo, riendo de sí misma. — Creo que finalmente la edad me está alcanzando.
Alexander descruzó los brazos y se acercó, los pies descalzos pisando la alfombra.
— Imagínate yo, mi amor — re