Perspectiva de Arielle
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El camino de regreso es silencioso. Las luces de la ciudad parpadean a través de la ventanilla del auto, y yo… estoy vacía. Las palabras de Daniel aún giran en mi cabeza como cuchillas. Aquello de que él es un hombre que no quiere a nadie. Y el complejo de salvadora…
Todo lo que Daniel dijo ha sembrado en mi muchas dudas. Y es que definitivamente no quiero ser una noche de sexo para Cassian. No quiero ser una de las tantas mujeres que él ha utilizado para satisfacerse sexualmente para luego ser desechada como si no valiera nada.
Pienso que lo que haga Cassian no es de mi incumbencia, pero no puedo evitar pensar que no soy la única en su vida. Que quizá mientras yo pretendía alejarme de él, él se iba con alguna otra. Es ridículo.
Y sin embargo, me importa.
Daniel me mira de reojo varias veces mientras conduce. Al llegar, es él quien sugiere que cenemos algo antes de dormir. Acepto. Solo porque no quiero subir. No quiero encerrarme con mis pensamientos. No quiero