Perspectiva de Arielle
Desde el momento en que escucho la voz de Daniel sobre el micrófono, el caos cede.
Como si su confesión, su entereza, su valentía… fueran un escudo invisible que nos cubre a todos. Las preguntas cambian de tono. Ya no son acusaciones. Ahora hay una especie de silencio expectante… y luego, como si el morbo encontrara un nuevo rumbo, las cámaras comienzan a enfocarse en otra cosa.
En mí.
En nosotros.
Ahora las preguntas que lanzan son otras.
—¿Cuándo comenzó la relación con el señor Harrington?
—¿Cómo fue que conquistó al hombre más inalcanzable del país?
—¿Es verdad que viven juntos?
—¿Se siente segura al lado de alguien con tanto poder?
—¿Cuál fue el punto de inflexión para que el CEO más reservado se mostrara públicamente a su lado?
Cassian, sin soltar mi mano en ningún momento, me mira con una sonrisa ladina. Su otra mano se posa con firmeza sobre mi cintura, atrayéndome hacia su cuerpo con un gesto posesivo… protector… y terriblemente suyo.
—Díganlo con clari