Bajo los efectos del Elixir de Belleza, todos esos pequeños problemas desaparecieron por completo. La piel de las tres mujeres adquirió un brillo rosado con tintes sonrosados, volviéndose increíblemente suave y elástica, irresistible al tacto.
Lara y Rosalba resplandecían, su piel más clara y radiante que la de las jóvenes, manteniendo al mismo tiempo ese aire maduro y seductor de mujer casada. El resultado era verdaderamente perfecto.
Al ver lo cautivadoras que se habían vuelto, Faustino no pudo evitar pellizcar suavemente la delicada y blanca piel de Rosalba: —¿Ven? No les mentía.
Las tres mujeres, que ya atraían todas las miradas al salir, ahora lucían indistinguibles de veinteañeras. Si salieran así a la calle, volverían locos a todos los hombres.
—Es increíble, nunca pensé que podría verme tan bella.
A diferencia de Victoria, Lara y Rosalba, siendo algo mayores, naturalmente tenían ciertas ansiedades sobre su apariencia. Ahora esas preocupaciones se habían desvanecido por com