Mundo ficciónIniciar sesiónDespués de que su novio le pidió una relación abierta la vida de Lilith Ambrosetti cambia por completo, cuando en su camino se cruza Kamill Becker, el Heredero de Tres Organizaciones de Mafia.
Leer más- ¿Que demonios significan estos mensajes Amir? - La castaña de ojos avellana se para por delante del rubio con una mirada desafiante, mientras que Amir se mostraba despreocupado.
- Es mejor que tengamos una relación abierta, Lilith, o mejor dicho, quizás yo encuentre otras chicas y no quiero hacerte sufrir, te amo, pero. - Chico, creo que tú estás muy mal estás admitiendo que puedes encontrar otras mujeres diciendo que me amas - Lilith sonríe - Esto no tiene sentido, mucho menos futuro, no pienso mantener una relación abierta, conmigo es todo o nada - Lilith observó fijamente a su novio, pero Amir se encogió de hombros. - Nada - Lilith tragó saliva al escuchar la respuesta dada por Amir, ella creía que realizando aquella pregunta o haciéndose la dura, Amir recapacitara, pero cuan equivocada estaba, entonces ella solamente tiene que recoger su orgullo y alejarse de allí, no vale la pena, el chico ya hizo su elección. - Correcto, por lo que veo, acabas de realizar una elección y ya no tenemos nada que ver el uno con el otro - Expuso ella en un tono casi inaudible. - Lilith, espera - Por un momento el corazón de Lilith había temblado, creyendo que Amir había cambiado de opinión, no obstante estaba muy equivocada porque las siguientes palabras expresadas por el chico la hacen lagrimear - Lo siento, si estaba actuando de mala gana era porque no sabía como terminar no quería lastimarte, pero estaba acostándome con otra chica, como tú nunca quisiste abrirme las piernas. - Te fuiste a buscar lo fácil - Lilith estaba luchando para no perder la compostura ante el chico. - Deberías de inscribirte en una escuela para monjas, definitivamente nunca encontrarás alguien adecuado si te niegas al sexo, si quieres podemos practicar y. - Hablar contigo es perdida de tiempo Amir, que tengas una buena tarde, permiso - Lilith ya no estaba dispuesta a seguir escuchando aquellas palabras aunque su corazón estaba muy dolido, sus pies la obligan a avanzar, a esta hora no pasaba aún el Bus de la Residencia que puede acercarla con los demás chicos. Lilith Ambrosetti es una joven de Nacionalidad Paraguaya ella había ganado el concurso de Inteligencia que le permite ser una alumna de Intercambio en Estados Unidos con otras 2 chicas, faltan tan solo 6 meses para volver a su País, pensaba que con Amir como toda chica de Romance tendría un amor que era inquebrantable, pero hace 4 meses aquello venía cambiando, hasta que ocurre esto que es inevitable y que la está lastimando bastante, ella había encontrado una manera de huir de sus problemas familiares al entrar en competencia y su capacidad hizo que ella logre aquello que ella considera una hazaña aunque extraña a su madre; sin embargo nunca ha recibido ningún solo mensaje de su parte desde que ella salió del país. - ¿Qué estás haciendo sentada en el pavimento? - la voz de Lucca Echeverri, un compañero y amigo de ella, se acercó a la joven. - Digamos que estoy esperando que pase el Bus que me acerque a la Residencia Estudiantil. - Qué va, te llevaré yo, Súbete a mi motoneta - Lucca había sonreído genuinamente y Lilith no se había negado, de hecho necesitaba ocupar más de su tiempo de lo contrario sus días serán un calvario, puesto que sabe que va a extrañar a Amir - ¿Por qué el Capitán no te lleva en su vehículo? - la pregunta de Lucca hizo que Lilith trague saliva, no quería decir cuál era la razón por la que aquello no iba a ocurrir, aún no era momento de hablar. - Tiene práctica con la Selección - Ella Mintió, le daba vergüenza hablar acerca de su ruptura y más la simple razón de pensar que Amir la había traicionado, la lástima aún más. - Sé que me estás mintiendo, pero voy a esperar pacientemente que estés más tranquila para hablar del tema, oye ¿no quieres ir al partido de Voleibol de la Institución?. Lilith quería negarse, pero sabe que necesita distraerse, sin imaginarse que el caos después de aquel Partido formará parte de su vida. - Iremos al Partido, pero primero necesito cambiarme ¿Podrías llevarme hasta la? - Oye hasta la pregunta ofende - Lucca le extiende la mano no permitiendo que ella termine con su pregunta y Lilith lo acepta con una pequeña sonrisa tirando de sus labios, colocándose el casco que Lucca le da. Habían llegado hasta la Residencia que quedaba a una manzana de la Institución, allí estaban los alumnos de todas las Nacionalidades - ¿No vas a invitarme a pasar? - Lucca se llevó las manos al pecho fingiendo indignación ante la falta de invitación de su amiga. - Deberías de concursar por un lugar en las novelas de Drama - Lucca se echó una carcajada. - Sabes, amo tu acento, algún día me llevarás a conocer Paraguay ahora ve a bañarte - Lilith asintió dejando a su amigo afuera, la mirada de Lucca se perdió ante el encanto de Susan Alvarez, la Morena que es conocida como la mejor amiga de Lilith que estaba en compañía de Loren Giraldo la rubia más caótica de la Institución todas ellas son de la misma Nacionalidad. - Lucca ¿Estás aquí con Lilith? - Pregunta Susan, la Morena frunció el ceño ante el silencio del Rubio. - No te va a contestar, es un poco tonto cuando te tiene por delante - Al momento en que Lilith dijo eso, Lucca abre la boca con total Indignación. - Estoy dudando en llevarte al partido. - No me digas ¿se van a apoyar al equipo de Voleibol? - Pregunta Loren y Lilith asiente con mucha emoción - ¿y tu novio estuvo de acuerdo? - De eso hablaremos después, se nos está haciendo tarde - Responde Lilith sintiendo la opresión en su pecho. - Tiene razón, a mi se me está haciendo tarde - Lucca se había puesto de pie. - Claro, se me olvidaba que eres el aguatero - Lilith sonríe y Lucca la fulmina con la mirada, mientras que Loren y Susan se ríen a carcajadas, pero los 4 se dirigen al sitio del encuentro, en realidad esta noche sería un clásico, Águilas Azules que es la Institución de Lilith y los Halcones que es la institución rival desde hace más de 1 década, esta noche estarían disputando su partido por el Título de Campeón. - Dicen que nuestro Capitán la despiadada bestia como lo llaman va a aplastar a todos - expuso Susan. - Pero es que con los brazos que tiene, como no lo haría - agrega Loren. - Es un maldito arrogante, espero que le den por la cara - Kamill y Amir nunca se habian llevado bien, ni bien Lilith había terminado de decir eso, aunque tuvo rápidos reflejos, siente como la pelota estuvo cerca de impactar por su rostro, no obstante los musculosos brazos tatuados impidió que le rompan la nariz. - Me debes 100 dólares de lo contrario te harías una rinoplastia - La poderosa voz de un chico logra que Lilith sienta temblores en todo su cuerpo, prácticamente todo el estadio se había quedado en silencio, cuando Lilith levanta el rostro siente como su respiración se vuelve dificultoso. Era Kamill Becker, el que sostenía la pelota que estuvo cerca de impactar por el rostro de Lilith, su apariencia era escalofriante, altura de 1,90, ojos esmeraldas penetrantes, desafiando las expectativas y enalteciendo su autenticidad.Polina se subió al vehículo abandonando la Mansión Becker de manera inmediata aunque la furia estaba impregnada en sus ojos.Cuando llega a la mansión Ivanov. Tomó el teléfono con dedos temblorosos. Lo dudó por un instante, pero el orgullo herido de princesa rusa no conoce el silencio. Marcó. La llamada conecta de manera inmediata.— ¿Polina? — La voz de Marta se escucha cansada y Polina supone que su suegra estaba en algunos asuntos íntimos.—¿Marta...? —su voz, rota desde la primera sílaba. .Necesitaba convencer a Martha. Del otro lado, Martha se acomoda un camisón.— ¿Que ocurre Polina?—Kamill... ya no me quiere —sollozó Polina, dejando que la desesperación se escurriera sin medida—. Se fue. Se fue a un maldito país y volvió... otra persona. Frío. Vacío. Como si yo no importara. Como si nunca le importé. Las lágrimas brotaban sin pudor, deslizándose entre sus labios temblorosos. Se dejó caer sobre el diván, con un gesto dramático, de esos que toda hija de un hombre poderoso apre
ESTADOS UNIDOSEl rugido del helicóptero rompía la quietud de las montañas, un zumbido grave y constante que hacía vibrar las copas de los árboles. La aeronave, negra como la medianoche, cortaba el cielo del norte de California con precisión militar. No llevaba insignias visibles. Solo los entendidos sabían que ese helicóptero no pertenecía a ninguna fuerza aérea oficial, sino a una organización que operaba por encima de las leyes y las fronteras: La Dama de Legión, dueña y señora estaba llegando.En el claro de una vasta extensión de bosque, rodeada por pinos centenarios, se encontraba una cabaña de madera maciza, moderna pero rústica, construida para la guerra tanto como para el lujo. Frente a la edificación, sobre un terreno cuidadosamente despejado, esperaban cuarenta hombres armados. Vestían de negro, con botas tácticas y chalecos antibalas, algunos con gafas oscuras, otros con auriculares comunicadores. Portaban rifles de asalto y pistolas de alto calibre. Ninguno hablaba. Ningu
El interior de la camioneta aún conservaba el calor del encuentro. El vaho tenue en los cristales hablaba de cuerpos entrelazados, de secretos compartidos sin palabras. Lilith, con los mechones avellana pegados al cuello y el corazón latiéndole como si estuviera huyendo, trato de acomodar aquel vestido rojo qué estaba rasgado. Desde el asiento del conductor, Kamill Becker ajustaba el cinturón de su pantalón mientras dejaba escapar un suspiro entre satisfecho y pensativo.Ninguno de los dos hablaba. No hacía falta. La electricidad entre ellos siempre había sido una combustión silenciosa. A veces destructiva. A veces perfecta.Pero la burbuja se rompió con el timbre seco del celular de Lilith. El sonido cortó el ambiente como un disparo.Ella lo tomó casi con reflejo de asesina, ágil, contenida. La pantalla iluminó su rostro por un segundo antes de que la expresión se le congelara. **Maximilian**.Kamill giró la cabeza hacia ella. Sus ojos esmeralda, atentos, escrutaban. Lilith apretó l
Contenido+18El vehículo de Kamill detuvo su andar, habían parado en Villa Florida, entonces sus miradas se encuentran, en ese momento se abrió la noche como un pecho herido, y en su latido oscuro se encuentran, los latidos de sus corazones eran salvajes, como furia callada, deseo reprimido,tempestad que nunca se nombró, pero fue.Sus ojos para Kamill eran puñales, que lo desgarraban sin tocar la piel, cada respiración un golpe brutal, un mandato sutil, feroz y fiel. Era una leona y el era su presa.Las palabras murieron antes de nacer, porque todo se dijo con gestos tensos, con manos que hablaban sin entender el lenguaje crudo de los silencios qué ocultan mil batallas y guardan mil secretos.Lilith fue la que realizo el movimiento, el cuerpo de la mujer se posiciona por encima del cuerpo de Kamill, aunque había prendas de por medio, Lilith pudo sentir el miembro masculino, ella emite un suspiro de satisfacción, segundos después sus bocas se unen de manera desesperada. Chocaron como
La música sacudía las paredes del salón como un latido salvaje. El humo de los cigarros flotaba en espirales densas, mezclándose con los aromas del licor derramado y el sudor de cuerpos extasiados. Voces, risas, gritos. El desenfreno de la fiesta alcanzaba su punto más alto. Y entre esa multitud, ella danzaba.Lilith.Vestida con rojo fuego y tacones que golpeaban el suelo al ritmo del bajo, su silueta ondulaba con una gracia que rayaba lo prohibido. Cada movimiento suyo tenía la cadencia de una serpiente encantadora. Su cabello castaño giraba con ella, enredándose en su espalda desnuda, su boca dibujaba una media sonrisa que parecía esconder secretos impuros. Pero no eran sus curvas ni su vestido lo que mantenía a Kamill en vilo. Era su poder. Su sensualidad desbordada. Su fuego. Desde su rincón en la penumbra, con un vaso apenas tocado en la mano, Kamill no apartaba la mirada. Ojos verdes como los de una fiera escondida entre las sombras. Estáticos. Intensos. Casi furiosos. Su port
El sol apenas despuntaba sobre las lomas suaves de San Juan Bautista, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados. Una brisa fresca recorría la Hacienda El Jaguar, meciendo los altos pastizales que cercaban el viejo establo de adobe. El murmullo lejano de los gallos se confundía con el roce de las hojas y el rítmico galopar de una yegua alazán.Lilith surgía entre la neblina matinal como una figura de leyenda. Su silueta recortada contra el sol naciente era la de una diosa amazona. Llevaba el cuerpo erguido con natural elegancia, y su larga cabellera castaña danzaba al compás de cada movimiento de la yegua, ondeando como una bandera al viento. Su rostro, de rasgos finos y mirada determinada, irradiaba una belleza serena, casi salvaje, que hacía difícil apartar la vista.La yegua, nerviosa pero obediente, respondía a cada sutil orden de Lilith como si fueran una sola criatura. Su destreza como amazona era incuestionable: manejaba las riendas con firmeza y ternura, guiando el galope con
Último capítulo