Fernando tomó la vara y la sopesó en sus manos.
Estaba bastante pesada.
Si iba a golpear con esto, tendría que usar mucha fuerza, y si no sudaba a mares probablemente no sería efectivo. Pero Fernando siempre se consideraba un hombre civilizado, además el hermano mayor tenía que cuidar a su hijo, ¿qué sentido tenía que él hiciera el papel del malo?
Fernando rechazó discretamente:
—¿No deberíamos pensarlo mejor? ¿Cuándo no cometen errores o se confunden los jóvenes? Reconocer los errores y cambiar es lo más noble.
Diego por supuesto entendía a su hermano.
No insistió, se remangó y empezó él mismo, descargando la vara con fuerza sobre Lucas. Lucas era testarudo, se había quitado el saco del traje y solo llevaba una camisa blanca.
Con el primer golpe, aunque no se vio sangre, el hombre obviamente gimió de dolor.
Diego se rio con frialdad y descargó varios golpes más seguidos. Incluso alguien de hierro no podría soportar estos golpes, su cuerpo alto se tambaleó, pero el hombre mantuvo las m