NARRADOR OMNISCIENTE.
Al dia siguiente Jareth habia madrugado. Tenia una inquietud en su pecho que no lo dejaba dormir. En la cama, Isabel dormía plácidamente, respirando con calma. Aquella imagen —tan simple, tan frágil— era lo único que lo mantenía cuerdo.
Le dio un beso en la frente y se levantó con cuidado, evitando despertarla y salió a la sala, donde ya lo esperaba Mónica y para su gran sorpresa Ethan y la mujer que casi muere protegiendolo en aquel ataque… Melek
Frunció el ceño y se acercó a ellos. Aún estaba furioso por los acontecimientos de la noche anterior.
—¿Qué está haciendo ella aquí?— preguntó intentando sonar sereno, aunque su tono cargaba más filo del que pretendía.
Ethan se acercó y lo miró fijamente.
—Ella se encargará de mantener a salvo a Isabel— dijo con firmeza— o al menos ayudará
—No es necesario— —replicó Jareth, helado—. De su seguridad me encargo yo. No confío en ti, Ethan en lo absoluto y menos en tus aliados. Te sugiero que arregles tu m!€*d@ con ese